sábado, 8 de enero de 2011

2011 Y SUS DESAFÍOS

Por Rafael Nieto Loaiza



Para los niños los años son eternos. En la medida en que nos ponemos viejos el tiempo pasa más rápido. Sin que apenas nos demos cuenta, se fue un año y nos recibe otro nuevo. El 2011 llega cargado de retos.



El primero, no sobra insistir, es redefinir el plan de desarrollo. La debacle invernal que aun no amaina ha traído aparejadas una catástrofe humanitaria y un colapso en la infraestructura que obliga a concentrarse en la soluciones de corto y mediano plazo y a dejar de lado las prioridades de campaña. Nada hay hoy más urgente que resolver la tragedia de centenares de miles de campesinos que han perdido desde su sustento hasta su vivienda. La atención de la emergencia debe ser eficaz y prolongarse en el tiempo mientras que dure el invierno. Después hay que reconstruir, ojalá con visión de largo aliento, las decenas de carreteras arrasadas por el diluvio y las avalanchas. Como si no fuera tarea suficiente, es fundamental el desarrollo de proyectos que, por un lado, reubiquen a las familias que ya no podrán volver a sus antiguas localidades y, por el otro, permitan la recuperación de aquellas que quedaron destruidas por las aguas. Y hay que dar respuesta a la crisis agropecuaria que ha generado el deslave a lo largo y ancho de la geografía nacional. Finalmente, todo hay que hacerlo de manera que se protejan los recursos, públicos y donados, de las manos voraces de los corruptos de todos los pelambres. La tragedia nunca ha sido obstáculo para las fauces insaciables de los bandidos.



Mantener la línea de la seguridad democrática es otro gran reto. Capturar o dar de baja a Cano sería el paso decisivo para sentar a la mesa a las Farc, en especial si es cierto que, como dicen, Chávez estaría cerrando su territorio a la presencia guerrillera. En el alto Gobierno sostienen que el Teniente Coronel le ha pedido a la guerrilla que abandone Venezuela. Me cuesta creerlo y aun no hay evidencia de ello pero, si fuera cierto, sin la retaguardia y el apoyo venezolano la neutralización del jefe del Secretariado podría ser el golpe que por fin obligara a las Farc a una negociación seria. El Eln vendría por contera. Echarle lazo al Loco Barrera y a Calle, los dos grandes capos que sobreviven, sería definitivo en la lucha contra los narcos y las bandas criminales. Y hay que concentrarse en responder a los nuevos retos de la seguridad urbana.



El tercer desafío está en mantener el acuerdo de unidad nacional que ha dado buenos frutos legislativos. No es sencillo. El partido Liberal, un sector de Cambio Radical y una caterva de columnistas están en la tarea de enemistar a como de lugar a Santos y a Uribe. Algunos uribistas, con mal cálculo, les hacen el juego. Un enfrentamiento no sólo no conviene a ninguno de los dos, sino que le haría mucho daño al país. Además, hay diferencias ideológicas importantes entre aquellos y, por el otro lado, los conservadores y el partido de la U. Y hay una lucha, soterrada pero no por ello menos cierta, por la burocracia regional. Santos camina por el filo y resbalarse será sencillísimo cuando la luna de miel se acabe.



Por ultimo, el Gobierno debe darse a la tarea de conseguir, por fin, la aprobación del TLC. El “nuevo mejor amigo” será un problema, pero no debería ser un obstáculo. Excepto que, claro, los gringos sientan que los cambiamos y ahora preferimos al autócrata Teniente Coronel.